lunes, 13 de febrero de 2012

1 EXPOSICIONES

                                  
                     "MIRADA SOBRE UN PAISAJE"

Galería Didáctica
San Vicente de la Barquera
Abril 1999





NOTAS AL CATÁLOGO

Estas obras suponen una revisión del paisaje pictórico del siglo XIX, en el que la temática del paisaje, del ganado en el paisaje, había sido tratada desde una visión romántica. E. Aguirre, nos presenta esta misma temática con una visión que elude el romanticismo para adentrarse en lo metafísico. La vaca se humaniza, se espiritualiza, se convierte en un tótem sagrado. Todo el entorno visual se sintetiza en los elementos de la vaca y la estaca.
Se muestra un reino de las vacas, donde lo humano no está presente y quizás nunca haya existido. 
De ahí surge probablemente ese halo de misterio, irrealidad y extrañeza que envuelve la representación. 

                                                                            Alberto Muñóz

                                        
ALGUNAS DE LAS OBRAS EXPUESTAS

PAISAJES
                                                                                                                                                                                         

Dimensiones: 140 x 21
Acrílico/DM




Título: ESTACAS

Título: PERDIDA

                                                                                                                                                                                       
Título: PRIMAVERA

Título: SOMBRAS
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             
Título: NOCHE








RETRATOS

 Dimensiones: 64.5 x 44
 Acrílico/cartulina

 
                                                                                      

                                                                            

BAÑOS


Dimensiones: 64.5 x 44
Acrílico/cartulina



                                                                           


INSTALACIÓN






Esta tierra, este paisaje. Árboles…el bosque.
Recuerdos de sueños. Todo conocido, todo nuevo, todo antiguo,
Todo…de siempre.

La lluvia, el cielo gris y el sol.
La hierba verde, las vacas.
Pardo, ocre y oro del otoño.

Olor a hoja caída. Prados verdes, húmedos y la luz del atardecer.
La montaña… y en el invierno, bajo la nieve, la tudanca.
Caballos rubios sobre un cielo azul de nubes.

Olor a feria.
Lluvia verdigris.

Paisaje roto por la cercas, estacas y alambradas.
No hay montaña, no hay cielo; solo lo esencial de un paisaje,
La caligrafía de unos trazos.
La vaca… como tótem, en su lugar, sobria, impasible, protagonista.
Historia de un paisaje que permanece; paisaje que nos rodea,
Que cruzo, que miro y respiro cada día.

Estos son los cuadros. Figura, fondo y color reconciliados.
La técnica, los materiales, maderas, cartulinas, pigmentos
Y dibujos… pinturas.
                                                                      Enrique Aguirre





 "AZUL BLANCO AZUL"

En compañía de los viajeros románticos

Galería Benot
Cádiz
Marzo 2000



SOBRE LA EXPOSICIÓN

           La invitación  de La Galería Benot para  exponer en Cádiz  me ha obligado a hacer un recorrido por la memoria,  repasar temas olvidados, recordar libros perdidos y fijar de nuevo la mirada en los álbumes familiares para reencontrar las imágenes que nunca se borraron.
        
           En mi taller, cuando pienso en Cádiz,  la veo nítida y clara como su luz; diáfana entre  los vientos de levante y de poniente, con la lluvia y el temporal en medio del gris  y  plata de su mar.
                                                                                           
           Vivir fuera de ella quiere decir estar distante, alejado,  pero no ajeno ni indiferente. Confieso que siempre llevo conmigo algo de mar y playa, de sombras y luces, blanco y azul de una ciudad que me gusta reconstruir en el espacio inhabitado de la imaginación. Imágenes que almaceno en un lugar de mi cerebro, estáticas, detenidas en un instante, aunque sin poder disfrutar de las panorámicas  que da la proximidad inmediata del mar, el movimiento de las olas en los baluartes o las torres sobre el azul infinito e inmarcesible.

          Al ponerme a trabajar en este proyecto me atraía la idea de utilizar “la ciudad” como tema de inspiración y, en parte, me he mantenido fiel. Me apetecía volver a las fuentes sabiendo que la ciudad guarda en ella la magia de sus encantos  y resulta difícil no caer en su tentación.

          Algunos de los trabajos expuestos en la Sala, recogen mi compromiso actual con la pintura. Sigo pensando que  un cuadro tiene que ser una síntesis, un resumen, expresar  una idea. “Algo” al margen de la realidad pero sin dejar de serla a su vez. Por tanto, desde el punto de vista pictórico  un cuadro debe ser, en su esencia, una superficie desnuda, una representación pura, sin literatura y sin retórica. Los colores profundos... el día... la noche, la luz, la obscuridad, lo  abstracto, lo real  y el blanco y el negro para separar los límites de la razón y la locura.
Y en medio de estas reflexiones me preguntaba ¿Cómo pintar Cádiz sin pintar Cádiz?
¿pintar un recuerdo?... ¿pintar una luz?. Es posible  que Cádiz solo sea un pensamiento abstracto. ¿Qué puedo encontrar en el recuerdo?... ¿una música? ¿un olor? ¿una brisa? ¿el vuelo de las gaviotas? ¿un día gris? ¿el viento del sur? ¿el silbido del tren?
¿el color del mar? ¿una línea de horizonte?...

          Tratando de despertar la imaginación y al margen de los dibujos, fotos y apuntes realizados, el azar puso en mis manos algunos textos de los viajeros románticos, que a lo largo del siglo XIX se dejaron ver por estas latitudes. Aquellos viajeros que llegaron hasta la ciudad y anotaron en sus cuadernos de viaje las impresiones personales de sus aventuras en las tierras del sur. Me pareció sorprendente la manera de definir aquellas emociones y sensaciones visuales  que les produjo el encuentro con Cádiz. Fueron ellos los que expresaron de manera muy concisa el impacto visual de la ciudad producida por el sol contra el blanco de las azoteas, la transparencia del aire, las fachadas luminosas, el azul del cielo, el azul del mar y el verde de las celosías. ¡Todo!, dentro de aquella  “extraña ciudad en medio del deslumbrante azul del océano” que nos hablaba Boyle de O’Reylly en 1911.               
          Bajo el Título de la Exposición he querido proponer una serie de cuadros inspirados en estos párrafos, donde encontré cierta afinidad, unidos en un tema monográfico. Tuve la sensación de leer textos de Artistas  Conceptuales, llegando a la conclusión que me podrían servir para desarrollar y transcribir casi literalmente estas impresiones.
          Las obras recogen  en gran parte este espíritu decimonónico.
Títulos como “Azul, blanco, azul”, “Casa de Luz”, “Ciudad II”, “Ciudad III”, “Morada”, etc. responden a autores como T.Gautier, S.Itálico, Dembowski, Lord Byron, Fernán Caballero y otros.
Benjamin Disraeli describiendo a Cádiz, anotaba en su cuaderno:
“ Habrá, pues, que ahondar en el blanco más blanco, y en el azul del cielo y del mar más azul”.
           Con esta definición poética y cromática de Cádiz he  dado título a un cuadro y nombre a la exposición: “AZUL, BLANCO, AZUL”.




AZUL BLANCO AZUL


LA CIUDAD REENCONTRADA




Fue hace unos 6 o 7 años. La exposición colgaba en las paredes de un restaurante rural y su autor era alguien que manejaba con soltura todos los recursos de la abstracción geométrica. No era una pintura habitual por nuestros pagos. Eran tiempos de fiebre expresionista.

Un tiempo después conocí a un gaditano que había recalado por Cantabria después de residir en Madrid y en París. Su obra era la de alguien que “miraba diferente” algunos elementos cotidianos de nuestro paisaje regional. Nada me vinculó aquel descubrimiento con el anterior. En poco tiempo descubría a dos pintores con propuestas claras y rigurosas en un ambiente artístico como el cántabro, donde aún prevalecen los creadores que se toman muy en serio a sí mismos en vez de tomar en serio su propio trabajo.

Poco después empecé a frecuentar el taller de Enrique Aguirre y su pintura se me fue revelando con lentitud. Los dos pintores se transformaron en un solo creador de mirada potente y clara.  De forma concisa, sin retórica, sus cuadros parecían pasar “de lo invisible”, por cotidiano y cercano para todos, a “lo visible”, toda una suerte de elementos fuertemente referenciales del medio rural cántabro. Un “mundo-vaca” donde la presencia del hombre se circunscribía a esas estacas - totems que demarcan  la propiedad agrícola minifundista de nuestro paisaje, y a las humildes bañeras – bebederos que en sus lienzos cobraban un carácter inquietante y metafísico.

Aguirre aplicó en aquella serie de trabajos un nuevo e insólito enfoque, despojado del romanticismo al uso, a una serie de elementos que habían pasado prácticamente desapercibidos para los artistas cántabros, renovando así un paisaje pintado y evocado múltiples veces por generaciones de pintores  y viajeros que siguieron, a su paso por Cantabria, la estela del maestro del paisaje realista español: el bruselés Carlos de Haes.

Ahora, aquellos dos pintores: el geométrico abstracto, con toda la pureza de líneas y equilibrios, y el paisajista, con su fuerte carga metafísica, se reencuentran y fusionan en la presente exposición para ofrecer, desde la memoria recuperada, y a partir de la palabra y las imágenes de los viajeros y escritores decimonónicos que la gozaron y revelaron, la “Gadir vivida”.

                                                                           Esteban Ruiz



OBRAS EXPUESTAS

                        “ Escribir mil veces blanco con lápiz blanco en un papel azul”
                                                                                                                 T. Gautier.


CIUDAD I
lápiz/papel pintado
117 X 45



    Un buen día de sol, podría creerse que estaba hecha de porcelana.
                                                                                Dembowski

CIUDAD III
porcelana-acrílico
140 X 38




OCÉANO
óleo
280 X 35
   

AMANECER
acrílico
157.5 X 52.5


PAS DE DEUX
Collage - acrílico
140 X 35



Enrique Aguirre dobla los mapas.
Junta Santander y Cádiz con la Habana.

Escribe mil veces blanco sobre fondo azul y deja que te acerques a un libro de viajes de Gautier. Si estás preparado, si no te basta
la belleza geométrica de lo que ves, si te preocupa el porqué, el arcano te será revelado. Magias
de pinceles con bisagras,
colores y palabras,
medidas puras, bañeras  y  vacas,
piezas de porcelana,

buques de alabastro, líneas  y  volúmenes, casas

de luz,
nubes  ancladas,
gaviotas  azules
y  velas  blancas.



Con Enrique puedes entrar en El Prado y encontrar un trampantojo y un funcionario sentado: -¿cómo dice Ud.? ¿qué en esa mesa hay qué...?-

Enrique es de esa clase de profesores de enseñanzas medias cuyo talento y capacidad supera con creces la mediocridad universitaria. Por mi parte, hasta que le conocí, el Arte y su historia se habian restringido a una sucesión, más o menos rápida, de diapositivas, críticos modernos y soplapollas con la palabra artista tatuada en la frente. Quizás fuese que nunca había sentido de cerca a uno de los elegidos. Porque se es artista. El Arte es una forma de vida, un proceso que impregna los  actos más sencillos y cotidianos. Procesos intelectuales y pasionales. Ellos son la expresión pausada de la realidad particular o social. Las obras, a menudo, como todos los objetos, son lo de menos.
Disfrutar sólo de la obra es como admirar la encuadernación de un libro. La emoción y el conocimiento se intuyen, pero no se puede participar REALMENTE en ellos. Bien es verdad que hay folletos lustrosos, catálogos de grandes superficies comerciales en los que mirar basta. Pero no me interesan. A lo largo de los últimos años he viajado de la mano de Enrique Aguirre hacia la alfabetización iconográfica, técnica y espiritual y me he asombrado. He sentido miedo. Respeto. Tolerancia transcurrida de lo figurativo a lo abstracto. Intensidad intelectual. He compartido el vino y el proceso.




                                                                                Patricio  Saiz                    
                                     Profesor Universidad Autónoma. Madrid.



  "Venus se dignó escoger a Cádiz como su morada."

                                                              Lord Byron.

MORADA
acero - mármol
35 X 53




      "Casa de luz "

                            Silio  Itálico.
CASA DE LUZ
DM - mármol - granito
35 X 35 X 63.5

Nunca he estado en Cádiz,
Pero he paseado por el Campo del Sur con la Catedral,
Entre los azules y la muralla,
Entre la Puerta de Tierra y el mármol nevado.
La he sentido en Enrique,
desde la montaña,
geométrica,
romántica.
Miro los cuadros y viene ese sabor, como a yodo y algas,
el escalofrío del Rancapino,
el puerto,
el viento,
el marinero muerto,
el poeta fantasma,
las luces en la noche –desde el agua-,
la alameda de Apodaca
-junto al Carmen-,
el turbante de Lord Byron...
las gaviotas azules,
las velas blancas.
No he estado en Cádiz,
Pero no sé como, la siento cercana.


                                                       Patricio  Saiz    



"BESTIARIO"

PROYECTO DE EXPOSICIÓN
"LA ANIMALÍSTICA EN LA PLÁSTICA CONTEMPORÁNEA DE CANTABRIA


Sala Fundación BOTIN
Verano 2001
Comisaria: Mónica Álvarez Careaga

Participantes: Juan Viota, Chelo Matesanz, Daniel, Ciuco Gutierrez, Setién, Aguirre.

MI PROPUESTA: BOCETOS Y MAQUETA

boceto 1
boceto 2
boceto 3
boceto 4






Proyecto de Instalación





"LUDUS VACCARUM"

objeto, escultura, escenografía, espacio público

Esta pieza pertenece a un conjunto de obras e instalaciones donde mantengo una reflexión sobre la vaca y el paisaje. La vaca como unidad económica y el paisaje como territorio, sintetizado éste en la estaca como frontera de lo privado y lo prohibido. Ambos elementos reconvertidos por la economía en espectro de un pasado reciente.

REFLEXIÓN

En esta obra, la vaca (el totem), desaparece en su propio interior. La forma se dibuja en la "nada" pero esta nada es el negativo de una imagen que proyecta su forma como un fantasma, en el páramo de la superficie blanca que determina el soporte de la obra.
La vaca aparece como la memoria que no queremos perder y desaparece, quedando desdibujada como una forma abstracta.
Homenaje a un "ser" que ha ido desapareciendo del ámbito familiar para convertirse en una pieza de la producción industrial.

EL COLOR - LOS MATERIALES

Los materiales y el color determinan el contenido simbólico de esta pieza.
Las formas -no formas de las vacas realizadas en acero cortem, material industrial recio y sobrio, con su textura y color natural sirven de contrapunto a la imagen de una economía ganadera idealizada por un paisaje decimonónico, representado en esta obra por unos paneles rectágulares, geometricamente iguales, superficies minimalistas pintadas en blanco para acentuar la idea de un espacio metafísico.

PERSPECTIVA

La obra propone la experiencia de la perspectiva visual, siendo necesario para contemplarla, ocupar diferentes puntos de vistas para adecuar la imagen aparente de los volúmenes a la imagen real que se quiere mostrar. El espectador debe buscar y encontrar el lugar del punto de vista que le permita descubrir las FORMAS DE LAS VACAS, representadas por esos volúmenes.

ESPACIO PÚBLICO

"Ludus Vaccarum" se puede concebir como maqueta, como proyecto de un espacio público, compuesto de volúmenes relacionados en un espacio escenográfico.
La obra se compone de tres ámbitos, dos de ellos con formas orgánicas en cada extremo y una superficie diáfana en el centro de la composición. Estos espacios están concebidos como lugar para el juego, dispositivo para teatro, representación, conciertos y un lugar para el paseante.

Texto aparecido en el nº 81 del 20 de agosto del 2001 en el periódico " la REALIDAD" (Cantabria), bajo la rúbrica: EL ARTE QUE NOS DAMOS" coordinada por Mónica Álvarez Careaga














"SÁBANAS"

Galería Benot
Cádiz
Febrero - Marzo 2005

Viento del este,
Silbido de tren que se me antoja en el cielo oscuro
Sobre el negro profundo del mar.
Sirena de barco en la niebla,
Horizonte confuso que desvanece la unidad,
En el silencio de la noche, su misterio.

Ojos que buscan, sin mirar, la nada.
Y el sol… en el centro de un laberinto diáfano
Sin paredes ni sombras que nos molesten.

Sábanas suelos, cielo azul. Blanco.
Blanco y el azul que desaparece…
En el sueño de la tarde que se pierde

La noche camina con mil golondrinas en su garganta.

Mirada que mira la sombra que no encuentro,
Y continúa sin cesar el viento
Levantando faldas y miradas de deseo.
Viento que levanta el viento.

¡Silencio!
El tiempo, solamente detenerlo.

No más estanques en Giverny
¡Que todo se pare un instante para verlo!

La “nada“  de los fondos negros
No es noche sino encuentro.

¡Sí!, todas las “noches” del mundo:
Los “llantos”, el “retorno” y la “tumba” de Sainte Colombe.
Gracias, desconocido pintor de las noches iluminadas.
Un bodegón, en el suelo, junto a la mujer desnuda
Como a él le gusta.
No, no lo olvido,
En el panel de corcho la Santa Faz de Bilbao.
La geometría. Ya nos entendemos.


Pliegues y arrugas en claroscuro.
Un dibujo, una “cama deshecha” en un rincón
De la plaza Furstemberg.

Lluvia del sur
Sobre los cubos de una tarde violeta.
Noche de luna,
Universo melancólico sin velas apagadas ni árboles de otoño.

Sábanas de la memoria en la memoria
Y los recuerdos de un mar que no se acaba.

Viento del sur
El sonar de la lluvia en la montera de los patios.
Todo está en silencio.
Todo calla
Solo unos cuerpos desnudos
Sobre una cama deshecha de sábanas blancas.

                                                                    Aguirre/.






dibujo a lápiz (homenaje a mi abuelo)



OBRAS EXPUESTAS

Ténica mixta
óleo/acrílico



POLÍPTICO I  SÁBANAS
108 X 19.3







POLÍPTICO II  SÁBANAS
108 X 19.3      


                                   





TRÍPTICO






SÁBANA
115.5  X 43.5


SÁBANA
115.5 X 43.5



SÁBANA
138.3 X 33.3


SÁBANA
138,3 X 33,3



SÁBANA
50 X 50




EL SUEÑO
180 X 50

LA VIGILÍA
160 X 50

BODEGÓN
30 X 30





VISTA PARCIAL DE LA GALERÍA



La exposición SÁBANAS cierra una trilogía dedicada al paisaje. Está planteada con la idea de revisar mi propio trabajo y en otro sentido, los lenguajes formales y convencionales de este género pictórico.

TRILOGÍA

  1. “Mirada sobre un paisaje”, Galería Didáctica, San Vicente de la Barquera, Cantabria, 1999.
  2. “Azul, blanco, azul”, Galería Benot, Cádiz, 2000.
  3. “Sábanas”, Galería Benot, Cádiz, 2005.

La primera de las tres: “Mirada sobre un paisaje”, es una respuesta,  procesada, al impacto visual de un nuevo entorno hasta entonces desconocido. El paisaje en toda su rotundidad, determinado y definido, por mí, en dos elementos icónicos: la vaca como tótem y la estaca como delimitación, símbolo de un territorio.
En esta exposición quise dar una nueva lectura, desde una nueva mirada, al paisaje tradicional y convencional de las Escuelas del norte.
Primera exposición pensada para proponer una alternativa desde la figuración y buscar otras lecturas posiblemente desconocidas.

La segunda exposición: “Azul, blanco, azul”, fue una nueva y diferente solución a otro paisaje bien distinto, la ciudad, no como paisaje urbano sino como lugar, como impresión; la ciudad como sensación.
La respuesta había que buscarla fuera de las convenciones habituales del “cuadro de paisaje” y la definición la dieron los viajeros románticos que visitaron la ciudad de Cádiz. Me limité a transcribir plásticamente las notas de sus cuadernos de viaje.

En esta tercera y última muestra: “Sábanas”, que expongo de nuevo en la Galería Benot, doy un cambio radical en mi propuesta plástica. 
Desde el punto de vista formal es una obra “realista” (entre comillas) y este tratamiento surge por imperativos en el cambio de lenguaje y porque la temática de los cuadros exigía soluciones y respuestas diferentes. Son cuadros pintados al óleo sobre tabla (vuelta a la tradición técnica).

En estos cuadros quiero plantear y revisar,  al mismo tiempo, los elementos tópicos y típicos que al primer impulso vienen a la cabeza: La luz, las paredes encaladas, las sábanas blancas bajo un azul luminoso, etc. etc.
Como referente recurrente, un plano negro de fondo, un negro uniforme y abstracto, que me ha permitido llevar el objeto a un espacio abstracto - minimalista. Las imágenes, (sábanas, cuerpos, bodegón) se convierten en conceptos. De esta manera lo que pudo ser un paisaje abierto, exterior, se convierte en espacio recogido, intimista e ingrávido.

Son cuadros para ver a media distancia, con poca intensidad de luz. Colocarlos a baja altura y verlos sentados en el suelo, a ser posible con música de Sainte Colombe o de Marin Marais.

                                                                                                        Enrique Aguirre





"LAS HUELLAS DEL ÁNGEL"

  
Sala de Exposiciones EL TORCO  
Suances. Cantabria         
Febrero - Marzo 2009  

Textos de Isabel Pardo Arenas                                                                                          


VANITAS 1973




Vanitas

Vacío. Las voces se desvanecen, poco a poco se apaga el ruido. Vacío. El cristal reventado contra el suelo, las huellas en la arena que lame con avidez el mar, vacío, negro en su inmensa soledad. No recuerda ya los barcos que hizo naufragar, no recuerda las montañas, la lluvia, el sabor de la sal. Tanto mejor para él. Y vacío, vacío miro al vacío. Y el terror que me produce me hace sentir diminuto. Un extraño que no entiende una lengua extranjera que resulta ser su mismo idioma. Y caminando, frágiles se van perdiendo los sueños, las metas, las rojas cometas que pretenden ingenuas conquistar el inalcanzable cielo. Y recuerdo, recuerdo con amargura los charcos que bailaban con la lluvia, y las calles vacías refugio de mis pasos.
Una canción que termina y deja su última nota flotando en el aire para recordarnos que lo sublime sabe terminar, que nuestros ojos no han de mirar más hacia atrás, Y en las últimas ondas que rozan las paredes, me doy cuenta de que el refugio de los cuerpos no es sino el sueño, la imaginación, la niñez perdida, el pedir perdón, llorar en cuartos a escondidas encogidos en un rincón. Y esa rosa roja que él te dio y nunca quisiste tirar, aquella que yace yerma entre hojas secas, ese inútil dolor que en su estúpida dulzura amarga los estantes, las paredes, la habitación. Y ese anillo que escondes bajo la almohada, que desnudas cada noche a la luz de tu farol. Anillo que brilla apagado, como un niño encerrado, que como tus secretos recuerdos vaga por cajones y raíles oxidados como viajero perdido.
Y la angustia del mañana, un nuevo amanecer, la luz colándose por la persiana: y levantarte, caminar, ser eskoria, no ser nada. Y entender el mundo, su absurdo devenir, comprender que los relojes no están hechos sino para sufrir, y que cada segundo, cada medida inventada, parámetros también absurdos, son un infierno, un punto más en tu contra.
Y disfrazar la vida y las ventanas, cerrar puertas, pero decorarlas, caminar por las calles sabiendo no saber nada, y dormir, dormir desnuda hasta mañana.
Y recordar entre las sábanas la dulce, dulce nostalgia
del mar embravecido
abriendo tus alas,
tendiendo, por fin, tu cuerpo hacia al vacío.

                                                                        Isabel Pardo



OBRAS EXPUESTAS

Técnica mixta: óleo/acrílico

   



EL SILLÓN VERDE
100 X 75

Triste, como la triste melancolía,
pero triste de verdad.
Aquí, tan triste y solitaria como yo misma
me encuentro yo;
encerrada entre barrotes, palabras, notas de tristeza;
con una cucharada de azúcar menos en el café.





TRÍPTICO I: VASO, RELOJ, PINTALABIOS
160 X 40
Se escapa la vida en cada suspiro,
sabemos que nos consumimos en el lento caer
de las hojas de otoño.

...y todo confluye en un mismo punto,
la tristeza de los amaneceres rotos,
cubiertos de soledad,
amamantados por el pecho de la diosa melancolía



VASO CON LIBROS
60 X 30



TRÍPTICO II: ROSAS/AJEDRÉZ
150 X 20


Duermen las flores
y el verde se torna gris,
mano en mejilla,
las casualidades ordenan desastrados juegos 
de la vida.

Donde la respuesta al enigma,
el punto exacto en el que la partida se detiene.
Congeladas las fichas en su triste destino.





DÍPTICO: CISNE NEGRO - ZAPATILLAS DE BALLET
50 X 160





POLÍPTICO: VANIDADES I
110 X 20


DÍPTICO: PLUMAS
70 X 25


...y el escribir me permite
aguantar bajo tanto pensamiento abstracto
que nunca llega a tener una forma en concreto.

Soportar que existo no me sería posible
si no escribiera,
si no dibujara, si no buscara
en las demás existencias
un punto de apoyo,...



DÍPTICOS: PAISAJES CON FIGURAS






ARNÍA I


Y la noche llega
como tantas otras veces,
sin que, al parecer, nada suceda.




ARNÍA II

Y deduces del viento
que has de permanecer callada
entre esa melancolía gris
que envuelve cada anochecer.





ARNÍA III

La gélida capa de agua,
cubre la arena que la sostiene.
Se enciende el negro agrio de la noche,
y las piedras brillan su vacío,
con la oscuridad de lo inexistente.





ARNÍA IV


Una niña se asoma a la ventana del mundo
y decide,
en un arranque de lucidez,
entender su existencia y ser consciente.




QUINQUET
60 X 30


FLORERO
50 X 20


Gotean en silencio
los insípidos segundos de este
atardecer que muere.


CISNE BLANCO
60 X 40

Llegué al centro de la plaza y me paré en el circulo de
azulejos con la estrella de ocho puntas en medio...

Cuando tomé la decisión que sabía que tenía que tomar,
posé los pies con cuidado en el borde de la punta y seguí
la dirección que señalaba, caminando con paso seguro.

                                                  fragmento de "La joven de la perla"
                                                                        Tracy CHEVALIER


Todos los paisajes
de todos los horizontes,
lugares y rincones,
objetos, personas,
sombras y luces

Lo que he hecho
y lo que no podré hacer.

Dibujos , pinturas,
aciertos y fracasos.

¿Exposiciones?...¡Vanidades!
...Una dulce melancolía.

...sigo aprendiendo

                                                                      Enrique Aguirre


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